Un Jesús feliz, que irradia buena vibra en cualquier ambiente, fue concebido por el artista visual Cusco Rebel. Con esta idea en mente, creó la imagen de un "Jesús Feliz" con el propósito de "traer alegría y mejorar la vida de las personas".
Reconocido por sus grafitis tanto en Brasil como en el extranjero, Cusco no se identifica con ninguna religión específica. Sin embargo, cree en el poder de la fe y el amor del "ser humano más famoso que jamás haya pisado el planeta", como él mismo afirma.
Para Cusco, el mundo carece de buenas vibras, de pensamientos más positivos y optimistas, de alegría y gratitud. «Cuando la gente se encuentra con Jesús Feliz, inmediatamente sonríe, porque la imagen llega a sus corazones, lo cual es señal de que el arte está cumpliendo su función».
La escultura se enmarca dentro del movimiento toy art, que mezcla diseño, arte y urbanidad.
Como objeto decorativo, “el Jesús Feliz está disponible en todos los colores para representar una diversidad de pensamientos y creencias” 
